Dos prioridades: trabajo decente e inseguridad
Friday, October 28, 2011
Virgilio Levaggi
La Prensa Gráfica, El Salvador
El MIDEPLAN costarricense acaba de divulgar una encuesta en la que el 19.2% de los entrevistados señala que el fortalecimiento de la seguridad es el principal reto para el desarrollo de Costa Rica.
Hay quienes afirman que en toda Centroamérica hay unos 100 mil jóvenes pandilleros. Aproximadamente 7 millones de jóvenes están desempleados en Latinoamérica, es decir, están buscando trabajo pero no lo encuentran. Esto equivale a una tasa de desempleo juvenil de 14.4%, superior a la media mundial de 12.7%.
Un reciente estudio de Naciones Unidas señala que los jóvenes en América Central puedan enfrentar una posibilidad en 50 de ser asesinados antes de cumplir 31 años. La tasa de asesinatos en el istmo se ha incrementado desde 2007, tras un descenso entre 1995 y 2005. La crisis financiera parece haber influido en ello. En algunos países, se produjeron más homicidios durante 2008/2009, coincidiendo con la disminución del Producto Interno Bruto, incremento del índice de precios al consumidor y mayor desempleo.
El director del PNUD para América Latina y el Caribe escribía: “Aunque hoy Centroamérica no enfrenta conflictos armados, sufre la tasa de homicidios más alta del mundo: más de 18,000 muertes en 2010, 79,000 homicidios en seis años. (...) En El Salvador, se registra un promedio de 11 homicidios por día, más que durante los combates de la guerra civil, mientras que en Guatemala el número actual de muertos es el doble que durante el conflicto armado. Se estima que el coste de la violencia en la región alcanzó en 2006 el equivalente al 7.7% del PIB”.
El Sr. Muñoz añade, acertadamente: “La enorme desigualdad social y la falta de empleo para los más jóvenes constituyen el telón de fondo de una inseguridad que trasciende el ámbito de la guerra contra las drogas”.
Este año, la Asamblea General de la OEA en San Salvador se centró en la Seguridad Ciudadana. El secretario general Insulza destacó: “Si vamos a aumentar nuestra competitividad y a la vez mejorar la condición de vida de nuestra población, debemos buscar la forma de que esas personas obtengan un trabajo decente y productivo”. La vinculación entre generación de empleo y promoción de la seguridad ciudadana se va afirmando como espacio para prevenir la inseguridad; especialmente la promoción de trabajo decente para la juventud.