Monday 30 December 2024


Economía social de mercado, Estado y empresarios

Thursday, October 13, 2011

Marcio Enrique Sierra Mejía
La Tribuna, Honduras

En vista de los comentarios que he recibido sobre mi articulo intitulado “Alianza derechista neoliberal,” he considerado pertinente hacer en el presente escrito, un direccionamiento más objetivo y menos emocional sobre las consecuencias que suscita la formación de dicha alianza en el interior de la bancada nacionalista.

Definitivamente, la intención no es crear el antagonismo político entre los parlamentarios nacionalistas, ni mucho menos en la militancia cachureca, pero sí, contextualizar el origen y alcance de la acción política que se está produciendo, rescatando, los aspectos que puedan contribuir a compactar doctrinariamente a la bancada y al nacionalismo en si mismo. Lo cual, es lo que ahora intento hacer en el presente escrito porque reconozco que no fui sensato en el enfoque que utilicé para referirme a la Alianza.

No me interesa personalizar la crítica en los actores sino que relevar los aspectos esenciales de la discusión que deben retomar los parlamentarios, sin importar, si están sentados a la derecha, en el centro o a la izquierda. Tampoco atacar al monarquismo porque reconozco su importancia como fuerza interna dentro del Partido Nacional; particularmente, en lo concerniente al coro de cuadros intelectuales que aglutina, a quienes considero, son los mejor preparados en cuanto al manejo de la política económica de Honduras. Un campo del conocimiento que necesitamos compartir para poder visualizar una salida congruente con el anhelo del nacionalismo en general de hacer la reforma al modelo económico actual que tenemos.

Es necesario reconocer que todos los aspirantes a ser el candidato del Partido Nacional en las elecciones generales, tienen la obligación, de contribuir a reajustar la economía nacional bajo nuevas y más innovadoras premisas de desarrollo nacional.

Honduras es la última economía de Centroamérica y ostenta una posición muy rezagada en el ámbito internacional. Tampoco es un mercado importante porque no tiene un producto nacional bruto alto, y es el país centroamericano, con prácticamente el mayor número de habitantes en pobreza extrema. Además, como si fuese poco, ahora estamos liderando las cifras con más alto índice de homicidios en nuestra región. En otras palabras, nos hemos convertido en productores de pobreza, exportadores de migrantes, refugio de narcotraficantes y, desafortunadamente, acostumbrados a vivir en una sociedad de repugnantes iniquidades sociales. ¿Cómo podemos cambiar esta situación? Una vía es que nuestros empresarios conjuntamente con los políticos conduzcan la economía hondureña en torno al principio de la “economía social de mercado”.

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