El dedazo electorero
Friday, April 8, 2011
Uriel Castillo Gómez
El Nuevo Diario, Nicaragua
Ha sido siempre una práctica antidemocrática, el hecho de que los candidatos a concejales de los municipios, diputados a la Asamblea Nacional y al Parlacén, tanto propietarios como suplentes, sean escogidos por el dedo del jefe, caudillo o dueño de los partidos políticos de Nicaragua.
Esto ha impedido que el país se desarrolle políticamente y permanezca estancado en ese aspecto. También ha ocasionado el nacimiento de dictaduras políticas y militares, tales como la de Zelaya, Chamorro, los Somoza. Cuando el Frente Sandinista perdió las elecciones en 1990, quiso darle un cariz democrático al partido, al comenzar un proceso de escogencia de candidatos.
Todo marchaba bien, pero cuando Daniel Ortega advirtió que se podría producir una rebelión en su granja suprimió tales prácticas dentro del partido rojinegro. Desde entonces, los candidatos del frentismo son escogidos por el dedo orteguiano, el mismo Ortega se autonombra candidato por enésima vez a la presidencia de la república, para imitar a los Somoza, violando así el artículo 147 de la Constitución Política de Nicaragua.