Éxito o fracaso de la política cambiaria
Wednesday, August 3, 2011
Rafael A. Delgado Elvir
La Prensa, Honduras
Cada país del mundo que cuenta con su moneda propia posee la herramienta del tipo de cambio. El objetivo de este instrumento es regular las relaciones con el resto del mundo, influir en los desequilibrios en la balanza de pagos y evitar que los problemas surgidos en el extranjero, se transmitan destructivamente a la economía del país. Las alternativas que se les presentan a los países son muy variadas y van más allá de las dos exigencias extremas de mantener fijo el precio de la divisa o dejar que su precio lo determinen las fuerzas del mercado.
Como política pública que es, debe estar al servicio de los grandes objetivos del país para fomentar el uso de la capacidad productiva y estimular la competitividad; no debe estar al servicio de un sector ni está para agradar a un grupo económico en particular. En Honduras se ha mantenido un tipo de cambio fijo. Una situación que definitivamente tuvo sus grandes ventajas para diversos sectores del país.
En el contexto de un país con una economía abierta, es necesario aceptarlo, ha permitido importar barato y contener la inflación, pero a expensas de la producción nacional y el empleo. Ahora el BCH, por un compromiso con el FMI, ha decidido aplicar un tipo de cambio móvil dentro de una banda. Los participantes directos en el mercado de divisas han sido los primeros en levantar su voz de descontento ante un sistema cambiario que consideran riesgoso por la incertidumbre del precio y ante una cartera de préstamos en dólares importante.