La Constituyente es una necesidad
Friday 27 January, 2012
Porfirio Batista Pineda
Prensa.com
Las crisis más severas que ha sufrido la humanidad han propiciado cambios importantes. Existe peligro en las más altas instituciones de nuestro país, con un Órgano Judicial en el que las acciones de garantías de mayor protección hacia los ciudadano demoran meses, cuando según la ley deben ser resueltas en horas; en el que hay denuncias permanentes de selectividad a favor del gobierno de turno, críticas fundadas en el escogimiento de los integrantes de esta, la más alta corporación en materia de justicia.
En el Órgano Legislativo hay una alerta roja; su labor legislativa o de foro para el debate de los temas de mayor importancia para el país es nula; las leyes se aprueban con la menor discusión posible, desnaturalizando la institución, además, está mal visto por la ciudadanía al considerarlo como una de las instituciones con mayor nivel de corrupción, porque muchos de sus miembros son electos por un partido político y, posteriormente, se cambian al partido gobernante, defraudando la voluntad de los electores y, además, aceptan sin mayor reparo que lo hacen por obtener beneficios económicos, imperando el desvalor.
Los indicios, “señales que dan a conocer lo oculto”, nos indican que el presidente Martinelli procura controlar las instituciones de poder que aún no tiene bajo su mando directo, llámese Corte Suprema, Tribunal Electoral, además, son pocos los miembros de la oposición que asumen un rol vertical y se atreven a denunciar los constantes actos de corrupción, abusos y presiones, incumpliendo su deber como ente fiscalizador de la gestión pública.
La única y efectiva vía para evitar que las instituciones más importantes colapsen (al punto de que independientemente de quien sea el electo en 2014 no se puedan recuperar a mediano plazo), es una constituyente cuya labor ha sido adelantada, en gran medida, por un grupo de personas cualificadas llamadas “notables”, quienes culminaron su labor y serán recibidos por el Presidente de la República para presentar el proyecto, luego divulgarlo al país y, posteriormente, debería aprobarse, no obstante, las actuaciones del gobierno, que impulsa la creación de una Sala Quinta, a sabiendas de que contraviene al Tribunal Constitucional que se plantea en el nuevo proyecto; nos indican que esto quedará en nada. Es necesario que los panameños, sin distinción, hagamos un frente común, digamos ¡basta ya! a los atentados contra la democracia. Hagamos realidad una nueva Constitución que fortalezca las instituciones y sea acorde con la realidad panameña.