Sunday 22 December 2024


La vulnerabilidad ambiental y la irresponsabilidad gubernamental y de empresas constructoras

Thursday, October 20, 2011

Juan José Narciso Chúa
La Hora, Guatemala

Guatemala presenta dentro de sus características negativas, problemáticas que han llegado a convertirse en cuestiones estructurales que la siguen afectando en sus diferentes facetas, así como se han profundizado en el tiempo, sin que se visualicen políticas públicas de Estado orientadas a modificar el actual estado de cosas, o destinadas a resolverlas de una sola vez o bien por lo menos dirigidas a atenuarlas y eventualmente desaparecer sus efectos negativos.

Dentro de estos problemas estructurales se encuentra la desnutrición crónica, flagelo que constituye un 49.5% de niños menores de 5 años que la padecen, sin que las diferentes instancias y políticas públicas desarrolladas, se evidencien efectivas para contrarrestar este tremendo problema que aqueja a los niños, principalmente en el área rural.

La estructura tributaria, hoy más que nunca, ha demostrado que llegó a un punto de no retorno y que requiere una modificación de fondo, no arreglos parciales, ni cambios para resolver el problema del flujo de caja de un período de gobierno; o bien planteamientos orientados a favorecer a determinados sectores. Una carga tributaria, que apenas alcanza el 10.9% del PIB, resulta una de las más bajas del hemisferio, una muestra de la rigidez de pensamiento de las élites oligárquicas ante esta situación y una escasa capacidad de los diferentes gobiernos democráticos de negociar cambios tributarios más allá de sus propios regímenes de gobierno y diputados extremadamente complacientes con las élites mercantilistas.

En medio de este temporal, no sólo arrecia la lluvia, los desbordes de los ríos, los deslaves, las grietas y los hoyos, sin dejar de hablar del destrozo de la red vial y ni hablar de la destrucción de los caminos vecinales. Todo ello con una cauda que afecta a todo el mundo, por diferentes circunstancias, pero que se agudiza con las personas del área rural que viven cercanas a los ríos; o las poblaciones como Santa Rosa y otras que ven como sus pertenencias y viviendas se encuentran inundadas o destruidas. Los otros efectos colaterales son el congestionamiento de transporte de personas y mercancías, con lo cual todos pagamos la nula atención en un problema que también es estructural como es la vulnerabilidad ambiental del país ante los embates de la naturaleza y los cambios en los regímenes de lluvia, ya sea por escasez, que se nos convierte en sequías, o bien por exceso de lluvias como en la actualidad y se nos viene encima una serie de situaciones que además de afectarnos en la movilización, nos deja con una gran tristeza al observar a nuestros conciudadanos más pobres, nuevamente expuestos a la intemperie, la desolación y la muerte, quedando únicamente pendientes de la solidaridad que ayuda pero, desafortunadamente, no resuelve.

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