Minería: Ponerse duro, hacerse rico
Monday, July 16, 2012
Los mineros están molestos por el plan de Guatemala para aumentar su participación en las utilidades de las operaciones mineras a un 40%, desde el nivel actual del 30%. Estarían más enojados si Guatemala exigiera la mitad, lo que probablemente debería hacer. Lo mismo se aplica a los demás países de la región.
Al mismo tiempo, los gobiernos deben hacer un mejor trabajo en producir una imagen favorable del sector minero entre sus respectivos poblados.
En términos de una mayor proporción de los beneficios, la realidad financiera de la minería centroamericana ha cambiado en los últimos años, en la medida en que el valor del mineral involucrado en casi todos los proyectos se ha incrementado significativamente. Dado que los costos no han crecido al mismo ritmo que los ingresos, las ganancias han aumentado. En este caso, la industria tiene más dinero, el cual puede compartir con la gente local.
Tampoco deben pensar los mineros que la demanda de un mejor reparto de las ganancias es extorsión, ya que, a cambio, obtienen un compromiso por parte del Estado, para dejarlos operar en un clima de seguridad jurídica.
En la actualidad, la minería está prohibida en Costa Rica y El Salvador, mientras que Guatemala ha sido escenario de protestas extensas.
Por su parte, los gobiernos deberían utilizar una mayor proporción de los ingresos de las minas, para garantizar que las operaciones cumplen con normas ambientales eficaces. También deben demostrar que están gastando los fondos de forma productiva para el pueblo.
La prohibición de la minería asegura que no haya protestas ambientales, o disputas sobre la tierra.
Pero también significa no recibir millones de dólares en muchos países pobres.